III-EL VIAJE DE LA MENTE: YENDO A TRAVES DEL BARDO DE LA HORA DE LA MUERTE.
Me gustaría comenzar dándoos las
gracias a todos vosotros por haber venido otra vez esta noche. Estoy muy
complacido por el hecho de que pueda dar esta enseñanza, y de que podáis
recibirla, porque aunque yo no poseo ningún poder milagroso, estas
instrucciones que estoy intentando transmitir son a la vez profundas y útiles. Y
son especialmente así, porque el bardo o intervalo entre la muerte y el
nacimiento es algo que todos y cada uno de nosotros, en definitiva,
experimentaremos. Puedo garantizaros al cien por cien que todo ser vivo que ha nacido,
tendrá la experiencia del bardo. Por ello necesitamos guía. Recibir esta guía
en forma de instrucciones es definitivamente bueno. Gracias por vuestro interés
y entusiasmo. Como hicimos la anterior noche, comenzaremos recitando la súplica
al linaje.
La noche pasada, de los cuatro
bardos o intervalos, nos hemos referido al bardo natural entre el nacimiento y
la muerte, que en el sentido normal y restringido, en que se usa el término
bardo para significar el intervalo tras la muerte, no es de hecho un bardo en
sí. La razón por la que discutimos si el
periodo es de bardo, es que este es el periodo en el que estáis vivos, y en el
que podéis hacer lo más útil para prepararos para el bardo tras la muerte.
Puesto que la hora de la muerte puede ser un momento particularmente traumático,
este bardo de la hora de la muerte es frecuentemente llamado el del sufrimiento
y la miseria (Tib Chi kna sdug bsngal gyi
bardo). El periodo exacto incluido en este bardo es el periodo que
comienza cuando contraéis la enfermedad o la condición que os causará la
muerte, hasta el momento en que vuestro cuerpo y mente se separen. El momento
en el que la muerte ocurre, y cuando como consecuencia de la muerte, surge lo
que se llama tierra de la luminosidad, que no es propiamente el bardo de la
hora de la muerte, sino el bardo siguiente, el bardo de Dharmata. Así que el
bardo de la hora de la muerte, realmente consiste en los momentos finales de
vuestra vida, en la que las apariencias de esta vida son gradualmente disueltas,
o disminuyen en su viveza.
Es necesario hacer una distinción
sobre la forma en que la muerte es experimentada por las diferentes personas, basadas
en nivel de práctica que hayan realizado. De una forma simple, podemos decir
que hay tres tipos de personas al respecto: aquellos que han practicado de
forma exhaustiva, aquellos que han hecho alguna práctica, y los que no han
hecho nada. Por “aquellos que han practicado de forma exhaustiva “, queremos
decir grandes seres como los mahasiddhas del pasado. Dichos individuos, puesto
que han reconocido completa y perfectamente el Dharmata, la naturaleza de todas
las cosas, ni siquiera llegan a dejar un cuerpo tras ellos. Al ser su
reconocimiento de tal intensidad, sus cuerpos físicos se disuelven en la vacuidad,
lo que es conocido como un cuerpo de arco iris. Esto es un signo de que esta
persona ha conseguido la completa Budeidad. Tales individuos no vagan por el
bardo.
El segundo tipo de individuo es
alguien que, con cierto grado de práctica y entrenamiento, ha reconocido el Dharmata,
la naturaleza de todas las cosas, pero no ha perfeccionado tal reconocimiento.
Por ello, su realización no es suficiente para que sus agregados físicos, su
cuerpo físico, se disuelva en la vacuidad, pero es lo suficientemente fuerte para
que mientras se está muriendo no tengan la burda conceptualización de pensar
“estoy muriendo, tengo que abandonar este mundo e ir a otro “. De hecho, estas
personas mueren en un estado de samadhi o
absorción meditativa. Para ellos no hay bardo.
Aquellos que han de experimentar este
periplo a través del bardo, son la gente del tercer tipo, los que no han tenido
ningún entrenamiento, o han tenido muy poco. Por ello, puesto que evidentemente
todos nosotros vamos a tener que experimentar el bardo, todos nosotros necesitamos,
sin duda, algún tipo de instrucción.
Es común para aquellos que están
muriendo el experimentar un intenso sentimiento de pérdida, debido al apego a
las circunstancias, las apariencias y experiencias de esta vida. Además, normalmente
nos disgusta la muerte, la vemos como un evento triste, y le tenemos miedo. Pero
necesitamos reconocer que el miedo a la muerte no es de particular ayuda a la
hora de la muerte, ni es apropiado, porque no importa cuán fuerte sea nuestro
deseo de nos, no podemos continuar en esta vida aferrándonos a ella.
Lo que es una ayuda a la hora de
la muerte, es el poseer el tipo de confianza que se genera en base al reconocer la forma en la que las cosas
ocurren. Por ejemplo, podéis deciros a vosotros mismos “Bien, no estoy solo, no soy el único ser que
va a morir. Todo el mundo muere. Por supuesto, si yo fuera la única persona que
va a morir, eso sería deprimente. Pero es algo normal, no hay razón por la que
debiera de sentirme particularmente deprimido o sentirme afligido por ello”. Si
comprendéis el contexto en el que ocurrirá vuestra muerte, entonces podréis
encontrar la fuerza y la estabilidad mental para soportarlo y tener algún tipo
de libertad mental a la hora de la muerte. Así que es útil pensar en la muerte
de esta forma.
Otra cosa que es de gran ayuda es
conocer los signos que indican que os aproximáis al momento de la muerte.
Conociéndolos, seréis capaces de reconocer cuando comienzan a suceder.
Entonces, seréis capaces de deciros a vosotros mismos que el proceso de la muerte está comenzando, y seréis capaces
de prepararos adecuadamente para ello. Los signos son de ambos tipos: mentales
y físicos. Hay algunos signos externos que pueden ser observados por otros individuos,
pero en lo que nosotros estamos interesados especialmente, es en qué es lo que
la persona que está muriendo, él o ella, experimentará.
La base para los particulares
tipos de experiencias de los que se está hablando en este contexto, es el hecho
de que vuestro cuerpo está compuesto, desde el principio, por los cinco elementos:
tierra, agua, fuego, aire y consciencia, en este caso. (Espacio y conciencia en
esta enseñanza, son usados como sinónimos)
La vitalidad de vuestro cuerpo,
que mantiene vuestra vida, está basada en el hecho de que estos cinco elementos
permanezcan juntos. En la tradición de la instrucción metódica, este proceso de
disolución está muy conectado con los canales y chakras, que están ubicados en
el interior de vuestro cuerpo, y que veis que está conectado con la destrucción
de estos chakras y con el cese de el movimiento de los vientos en ellos.
Hablando en general, mientras
estáis vivos, hay un movimiento de energías o vientos (llamado prana en sánscrito y chi en chino) a través de los canales de
vuestro cuerpo que corresponden a vuestro estado físico y mental. Cuando os
morís, la disolución de los elementos ocurre en forma de cese de los vientos en
partes específicas de vuestro cuerpo. Estos vientos y estas partes de vuestro
cuerpo, se corresponden con elementos específicos. Tan pronto como esto sucede,
hay experiencias internas y apariencias definitivas que surgen en vuestra percepción,
lo que indica que ese particular estado específico de disolución está
ocurriendo .Si podéis saber sobre ellos, puede ayudaros a reconocer lo que está
pasando.
El primer episodio de esta
disolución, ocurre cuando los canales del chakra del ombligo comienzan a
romperse. Cuando esto sucede, el elemento tierra de vuestro cuerpo físico,
comienza a disolverse en el elemento agua. Tan pronto como esto está sucediendo,
puesto que el elemento está se, vuestra mente se vuelve extremadamente poco lúcida,
embotada y torpe.
Esta es la base interna, la
experiencia cognitiva. Al mismo tiempo experimentáis una apariencia secreta. Debido
a la disminución gradual de las percepciones burdas o apariencias, comenzáis a
acercaros a las apariencias sutiles y muy sutiles de Dharmata, lo que sucede en
el subsecuente bardo de Dharmata. Así que, en este primer episodio de la disolución,
veis algo que se parece mucho a un reluciente espejismo.
El segundo episodio de la
disolución ocurre cuando los canales y los vientos en vuestro corazón dejan de funcionar, lo que quiere decir, que
los canales se rompen y los vientos que se mueven en estos canales cesan en su
movimiento. Como resultado. el elemento agua se disuelve en el elemento fuego. Esto
produce un posterior estado de oscuridad mental, pero en este caso, debido a la
conexión existente con el corazón, esta oscuridad está caracterizada por un
sentido de agitación o de perturbación. Esta es la experiencia cognitiva. Porque
estáis siempre apegados a las apariencias o manifestaciones de la vacuidad, lo
que experimentaréis en el próximo bardo, en ese momento volveréis a tener una
experiencia secreta. Lo que anteriormente habíais visto cómo un espejismo reluciente,
aparece ahora más vívido y comienza a parecerse más a algo así como un humo denso.
El tercer episodio de la
disolución tiene que ver con la disolución de los canales y vientos en la
garganta. En este episodio, el elemento fuego se disuelve en el elemento aire. Como
resultado comenzáis a sentir bastante frio, físicamente; el calor de vuestro
cuerpo comienza a disminuir. Vuestra mente, en este punto, según la experiencia
cognitiva tiene lugar, llega a ser alternativamente clara y no clara, no es
simplemente un estado de torpeza mental. Y puesto que os aproximáis más a la
experiencia de la vacuidad, vuestras apariencias secretas o percepciones se
hacen más vívidas. En este punto lo que anteriormente había sido visto como humo,
viene a interiorizarse más en vuestra percepción,
y toma la apariencia de algo así como chispas.
El cuarto episodio de la
disolución tiene que ver con el chakra secreto, el chakra que está situado en
el bajo abdomen, a la altura de los genitales. En este momento, cuando los
canales y vientos en esta parte de vuestro cuerpo cesan su función, el elemento
viento se disuelve en el elemento de la consciencia. En este punto, puesto que
los cuatro elementos se han disuelto ya en el elemento de la consciencia,
vuestra mente llega a estar extremadamente confusa o aturdida, y desubicada;
por ello una serie de alucinaciones pueden
tener lugar en ese momento. Esta es la experiencia cognitiva básica. Por lo que
se refiere a la apariencia secreta, lo que antes había sido visto como chispas,
aparece ahora de forma más clara, como algo parecido a la llama de una lámpara.
Tradicionalmente se dice que aunque
alguien haya llegado hasta este punto en el proceso de la muerte, bajo ciertas
circunstancias, y dependiendo de lo que le está causando la muerte, aún es
posible para ellos el ser revivido. Aún no han alcanzado el punto de no
retorno. Pero tras este punto, los posteriores episodios de la disolución son
aquellos que ocurren solo tras la disolución de lo burdo; físicamente las
apariencias producidas ya han sido finalizadas. Hay, por ello, tan solo una
disolución interna que tiene que ver con los elementos más mentales y sutiles. Si
el proceso continúa más allá de lo que hemos descrito aquí-en este episodio de
disolución de los elementos más mentales y sutiles –no hay forma de volver atrás.
La siguiente cosa que ocurre –el próximo
episodio; el quinto capítulo de este proceso–es que los constituyentes
fundamentales que han producido vuestro cuerpo; que son el elemento blanco, que
se localiza en lo alto de vuestra cabeza,
y el elemento o constituyente rojo que se encuentra bajo el ombligo; se mueven
de su sitio, donde han permanecido durante vuestra vida.
Primero el elemento blanco se
mueve o fluye hacia abajo, desde lo alto de vuestra cabeza, hacia vuestro
corazón. Conforme se mueve hacia abajo, experimentáis una plena y brillante
blancura, como si todo estuviera compuesto por luz blanca. Esta apariencia se
incrementa a medida que esta gota blanca se acerca a vuestro corazón. En este momento,
debido al movimiento de esta gota o constituyente blanco, de los varios tipos
de pensamientos que habéis estado teniendo durante vuestra vida, todas las
conceptualizaciones y pensamientos relacionados con la aversión, odio y
agresividad cesan. Tradicionalmente, todos los diferentes tipos de pensamientos
son enumerados como ochenta. De estos, treinta y tres están relacionados con la
agresividad. Estos treinta y tres tipos de pensamientos agresivos paran en este
momento.
El segundo episodio de esta
disolución sutil y definitiva es que la gota roja o constituyente rojo, que
previamente se encontraba bajo el ombligo, fluye o se mueve hacia arriba, aproximándose
también a vuestro corazón. Según se va moviendo hacia arriba, mientras que en
el anterior episodio todo era percibido como una brillante blancura, todo es
percibido ahora como una rojez brillante. Conforme este estado de disolución ocurre,
todos los pensamientos y conceptualizaciones en relación con el apego o el
deseo cesan. En la tradicional enumeración de los ochenta tipos de pensamiento,
hay cuarenta relacionados con el deseo, que cesan en ese momento.
El tercer episodio sucede cuando
las dos gotas–la blanca que desciende de la cabeza y la roja que surge del
abdomen–se encuentran en el corazón. Cuando se encuentran, encierran o hacen un
sándwich, con vuestra conciencia entre ellas; como resultado de lo cual experimentáis
una completa negrura, una absoluta oscuridad. En ese momento, los últimos siete
tipos de pensamiento de entre los ochenta, los siete tipos de pensamiento que
están relacionados con la confusión cesan. Este proceso ocurre como algo
inconsciente para la mayoría de la gente. No obstante, debido a que en este
punto del proceso de la muerte todos los diferentes tipos de pensamientos
relacionados con las tres klesas fundamentales[1]
han cesado, hay algo de estabilidad mental y algo de conciencia de este proceso
en la persona que se está muriendo; entonces en este momento llega la gran
oportunidad, y el proceso de la muerte puede ser la base de la liberación. Es
por esta razón por la que Padampa Sangye (Paramabuda) decía que la muerte no es
muerte para el yogui o la yoguini, es la liberación. Lo que quiere decirse aquí
es que si poseéis la instrucción y el entrenamiento, entonces en lo que ocurre
de forma natural en el proceso de la muerte, puesto que hay un cese de la conceptualización,
puede darse una oportunidad para alcanzar la liberación.
Ahora, ¿Qué tipo de práctica o
instrucción nos ayudará en este momento? Como el proceso de disolución pone de
manifiesto, los impedimentos u obstáculos que superar a la hora de la muerte
son las propias klesas, y entre ellas, principalmente el apego y la aversión. Por
ello la práctica o preparación fundamental para afrontar este estado del bardo
es debilitar o reducir estas klesas de cualquier forma que podáis. Por ejemplo,
tenemos una tremenda cantidad de apego hacia las experiencias y cosas de esta
vida. Estamos apegados a nuestros amigos y nuestros familiares, estamos apegados
a nuestras posesiones, a la comida, riqueza, y otras varias circunstancias y lugares; y
sufrimos terriblemente a la hora de la muerte debido al miedo a perderlas. Así
que si disminuís el apego-lo que quiere decir ir disminuyendo vuestro apego comenzando
a partir de ahora mismo–como preparación para la muerte, entonces esto os
ayudará mucho en la hora de la muerte. Disminuiréis vuestro apego a base de
contemplar las múltiples situaciones de apego y su inutilidad, y a través de la
práctica de la meditación.
También sufrimos de aversión y
agresividad. Tenemos una gran aversión por aquellos que percibimos como
enemigos o amenazas, y también tenemos gran cantidad de relaciones emocionales
asociadas, tales como los celos y demás. Todos estos aspectos de la aversión se
convierten en un tremendo problema para nosotros en el bardo, y ninguno de
ellos puede hacernos ningún bien, incluso mientras estamos vivos. Así que lo
básico en relación con el bardo de esta vida, es reconocer que el propiciar las
klesas es innecesario y forzosamente malo, y de ahí la obligatoriedad de
debilitarlas, especialmente el apego y la aversión. Respecto a la forma en la
que uno ha de reducir o debilitar las klesas, se han enseñado tres tipos de enfoque.
El primero de ellos, que fue enseñado
por el Buda en los Sutras, es distanciarse; lo que quiere decir, distanciarse
uno mismo de una klesa en particular. Conseguido esto, primero, reconociendo la
presencia de una klesa en nuestra forma de ser; y después, reconociendo lo
mucho que nos daña. Así, por ejemplo, podéis pensar “estoy afectado por la klesa del apego, o del orgullo, o de la aversión y demás”, por cualquier klesa que
sea. Reconocéis que esta klesa está presente en vuestro carácter, y entonces
pensáis sobre el efecto que esta klesa tiene en vuestra vida, y en las vidas de
los demás.
Lo que hace permanecer a las klesas en nuestra forma de ser, es la
ilusión o concepción errónea de que de alguna manera estas klesas nos ayudan.
Mantenemos a estas klesas porque pensamos que las necesitamos ya que de alguna
forma creemos que nos harán más eficaces. Si llegáis a comprender que las
klesas no son de ninguna ayuda, que os causan daño y que causan daño a quienes
se relacionan con vosotros, entonces de forma natural desearéis libraros de
ellas. El deseo de libraros de una klesa, crea una distancia entre vuestra
mente y la klesa, y hace muy fácil el apartarse de ella.
El segundo método para ocuparse
de las klesas, es debilitar la klesa o atacarla de forma directa. Esto es de lo
que yo estaba hablando ayer, cuando hablaba sobre aplicar vuestra práctica
meditativa como un remedio para un problema específico o para una klesa específica.
Fundamentalmente, esta técnica
consiste en tener la intención de que vuestra práctica esté orientada a servir
como remedio para debilitar una klesa determinada. Este método puede ser
aplicado a cualquier tipo de práctica meditativa. Podemos usar, por ejemplo, la
técnica Vajrayana del estado de generación, el cual consiste básicamente en la
meditación sobre las deidades. Si estáis con una práctica como la de
Vajrasattva, en la que visualizáis a la deidad Vajrasattva sobre vuestra
cabeza, visualizáis el mantra de cien sílabas en su corazón, y que el amrita o ambrosía de la sabiduría está
fluyendo de ese mantra, entrando y llenando todo vuestro cuerpo, y purificando
todos los engaños fruto de la ignorancia, y todas las acciones incorrectas. Cuando
estéis ejecutando esta práctica, deberíais incluir, por supuesto, todos los
engaños y las acciones incorrectas como objetos a purificar, pero deberíais
centraros en cualquier klesa que en ese momento esté constituyendo vuestro
mayor problema. Podéis pensar: “Bien, soy una persona celosa “o “Soy una
persona engañada “o “Soy una persona agresiva “. Cualquiera que sea la klesa,
cuando estáis practicando, pensáis que toda esa klesa–toda vuestra envidia, toda
vuestra confusión o toda vuestra agresividad–es apartada de vosotros y es
completamente purificada por la amrita[2]
que fluye del cuerpo de Vajrasattva. De la misma forma, podéis utilizar la
práctica de la meditación de Chenrezig al mismo problema. Visualizáis la forma
de Chenrezig con el mantra de seis sílabas en su corazón, y podríais pensar que
los rayos de luz de estas seis sílabas del mantra purifican todas vuestras
klesas en general, y especialmente esa klesa en la que os estáis centrando en
ese momento.
El tercer método de abordar las
klesas es el llamado erradicación, que
quiere decir expulsar directamente esa klesa de vuestra mente. Esto se logra en
lo que es llamado el samadhi de Dharmata,
que es una absorción meditativa en la que permanecéis en el reconocimiento
directo de la naturaleza de todas las cosas. En el contexto específico de la
actividad relacionada con las klesas, lo que quiere decir es observar
directamente a la klesa y percibir su naturaleza, lo que significa la ausencia
de su verdadera existencia, su carencia de substancia. Esto puede hacerse
comenzando con algún cierto grado de análisis. Por ejemplo, cuando estamos
enfadados tendemos a reaccionar con fuerza, generando el pensamiento “Oh, estoy
enfadado “y tendemos al pánico. Si, en vez de hacer esto, observáis
directamente el enfado, o intentáis encontrar el enfado-averiguar exactamente
donde se encuentra localizado el enfado, y si tiene o no alguna característica
substancial-esto puede ayudar mucho. Por ejemplo, decís: “Bien, estoy
enfadado.” ¿Qué es el enfado exactamente? ¿Dónde está? ¿Dentro de mi cuerpo o
fuera de él? Si es mío, seguro que está dentro de mi cuerpo, en cuyo caso tiene
que estar en alguna parte. ¿Está en la parte de arriba o en la parte de abajo ?
Hacéis esto, intentáis localizar esta emoción y encontrar en qué parte de
vuestro cuerpo está asentado. Si está situada en algún sitio, seréis capaces de
encontrarla, porque es vuestra emoción y está presente en vuestra mente. Y
además tendría, si existe, algún tipo de característica substancial, algún tipo
de forma, alguna clase de color, algún tipo de tamaño, algún tipo de ubicación.
Así que seguís buscando estas características hasta que hayáis resuelto, a través de la experiencia directa,
que la klesa del enfado no tiene ninguna de estas características. Cuando
experimentáis esto directamente, percibís la naturaleza de la klesa, lo que
provoca su disolución. Esto pacificará la klesa, pero cuando emergéis de este
reconocimiento de la naturaleza de la klesa, esta puede volver de nuevo, en
cuyo caso tenéis que volver a iniciar el proceso.
En el caso de que se apliquen cualquiera
de estos tres remedios, tienen que ser aplicados de forma continua. Una sola
aplicación del remedio no erradicaría la klesa para siempre. Pero si cultiváis
el hábito de aplicar estos remedios a vuestras klesas, estas se irán
debilitando gradualmente. Además el hábito de erradicar las klesas tiene un
significado particular. A la hora de la muerte, la forma en la que pensáis y lo
que pensáis es particularmente poderosa y significativa porque puede marcar la
dirección en la que os mováis tras la muerte. Por eso es muy importante que os
encontréis en un estado mental positivo mientras os morís. Si durante vuestra
vida habéis pasado la mayor parte de vuestro tiempo en un estado de
perturbación, entonces es cierto que en el momento en que os muráis las klesas
volverán otra vez, y determinarán la dirección que toméis. Si, al contrario,
habéis pasado la mayor parte de vuestro tiempo en un estado de atención consciente,
en el que habéis impedido que las klesas surjan, también este hábito que habéis
cultivado emergerá a la hora de la muerte y os ayudará en la debida medida. Por
eso es necesario generar este hábito de la atención consciente ahora, mientras
aún permanecéis vivos.
Ambos, la persona que se muere y
aquella gente que está acompañando a la persona, puesto que también mueren, necesitan
tanta estabilidad mental como sea posible .De hecho, cuando vayáis a morir, necesitáis
seleccionar con mucho cuidado a la gente que os va a acompañar mientras muráis.
Tiene que ser gente que no esté afectada por el dolor que les causa vuestra
muerte, de forma que su llanto y otras formas de pesar no os distraigan o
perturben del atender vuestra muerte con atención plena. Necesitáis también estar
seguros de que la gente que esté presente a vuestro lado, mientras estáis
muriendo, no va a hablar de cosas que vayan a atraer a vuestras klesas. Así
que, por ejemplo, si estáis muriendo, no deberíais tener a nadie alrededor vuestro
que esté diciendo cosas como estas:”Bien, ¿Qué va a pasarle a tu dinero? o
“Deberíamos de presentar una demanda por tal y tal cosa “o cualquier otra cosa
que traerá gran cantidad de apego y aversión a vuestra mente. Es muy lesivo el
que los acompañantes del moribundo digan cosas o hagan cosas que agiten al que
está muriendo. Tenéis que seleccionar como vuestros acompañantes en esos
momentos a gente que sea positiva, benévola, tranquila, y de mente estable. Y los moribundos, ellos o
ellas, tienen también que evitar, tanto como sea posible, el pensar en cosas
que, puesto que se están muriendo, va a hacer que estén extremadamente agitados.
El mejor tipo de persona para que
esté con vosotros en el momento de la muerte es alguien que sepa bastante sobre
el proceso de la muerte, de forma que pueda guiaros a través de él, que pueda
recordaros lo que sucederá, cosa que hará más fácil para vosotros el reconocer
estos diferentes signos de disolución. Pero, si esto no es posible, es
absolutamente necesario que la persona o personas que permanezcan con vosotros
sean tan estables como sea posible.
Esto finaliza la presentación del
bardo de la hora de la muerte, el segundo bardo. El tercer bardo, del que trataremos
cuando continuemos, es el bardo de Dharmata. Me gustaría dejarlo aquí por esta tarde,
pero si tenéis alguna pregunta, por favor, sentiros libres para preguntar.
PREGUNTA: Rinpoche, ¿Puede variar
el tiempo que transcurre para la disolución de un elemento en otro?
RINPOCHE: Como mucho ocurre en
dos o tres días. Normalmente este proceso de disolución acontece en un día. En
el caso de muerte súbita, la situación es diferente, y el proceso entero ocurre
muy, muy rápido; y de hecho uno no puede hablar de una secuencia definitiva.
PREGUNTA: Si tenemos un amigo que
ha muerto, sin haber estado en su presencia, ¿Es posible recitar estas
instrucciones tras su muerte, y si es así, le será de ayuda?
RINPOCHE: Si; esto sería una gran
ayuda para la persona, porque cuando alguien ha muerto, y cuando ha recobrado
la consciencia en el bardo, su consciencia tiene la milagrosa capacidad de
viajar, y la consciencia tenderá a volver a aquellas personas por las que sentía
más apego. Si sois amigos de alguien, entonces ellos estarán a gusto, en cierta
manera, yendo cerca de vosotros. Ahora, si recitáis cosas como La Gran Liberación a través de la Audición (Tib. Bardo Thos grol ), puesto que la persona
os quiere, y si vosotros tenéis la buena intención de beneficiar a la persona
con vuestra recitación, entonces serán capaces de notar directamente el valor
de vuestra intención, y puesto que los complace, escucharán; y lo que oigan
puede ayudarles mucho.
PREGUNTA: Si alguien muere de
repente en un accidente ¿Ha de
experimentar el cuerpo este proceso, y aun se mantienen estos signos?
RINPOCHE: La disolución de los
elementos físicos es difícil de contar en estos casos, pero ciertamente los
episodios finales –el caso de los pensamientos relacionados con las tres klesas
fundamentales –ocurrirán. Por supuesto, puede ocurrir muy rápidamente.
PREGUNTA: Si el moribundo está inconsciente
durante varios días, o quizás durante varias semanas antes de su muerte ¿Cómo
puede uno guiarlo mejor a través de este proceso, ya que no pueden decirte lo
que están experimentando?
RINPOCHE: Cuando alguien está en
coma antes de la muerte, se cree que aunque ellos no puedan comunicarse con
nosotros, si pueden ser capaces de oír y de entender algo de lo que les estáis
diciendo. Por ello, es aún posible intentar comunicarle este estado de
disolución. La forma de hacerlo debería de ser darles estas instrucciones de
forma pausada y tranquila.
PREGUNTA: Yo trabajé como
enfermera pediátrica con niños enfermos de leucemia y cáncer, y noté que en
muchos casos, quizás tres o cuatro días antes de su muerte, se quejaban de que
un peso presionaba su pecho, haciéndoles molesto el permanecer tumbados, y querían
incorporarse y sentarse; y también, al menos durante un periodo de unas veinticuatro
horas antes de su muerte, no podían evacuar ni líquidos ni sólidos. En algún
caso, y en el caso de una persona en particular, noté que la voz parecía
desaparecer dentro y llegaba a ser menos perceptible. ¿Tiene esto relación con
la disolución de los elementos?
RINPOCHE: En general, si. Está
relacionado con la disolución de los elementos. De forma más detallada, de lo
que estás hablando es de signos específicos del cese de vientos específicos. Entre
los cinco vientos raíz o energías que constituyen la vitalidad de un ser vivo,
el que está relacionado con el habla y el comer es el llamado viento ascendente, y cuando el viento
ascendente cesa o se hace más débil, entonces la voz se debilita. Hay otro
viento llamado viento descendente o viento
eliminador, que se mueve hacia abajo, y que como su nombre indica, está
relacionado con la eliminación de desechos y otros procesos similares. Y cuando
este viento cesa su función, la persona es incapaz de evacuar. Por ello, cuando
el moribundo deja de evacuar líquidos y sólidos, esto indicaría que el viento
eliminador descendente ha dejado de funcionar. Otro de los cinco vientos es el
llamado viento siempre presente, y es
el viento o energía que permite y produce el movimiento, por ejemplo el
movimiento de los miembros. Tan pronto como este viento cesa, el movimiento se
hace imposible, y un sentimiento de parálisis se impone.
PREGUNTA: Rinpoche ¿Cómo
deberíamos de tratar el cuerpo de una persona que ha muerto? En este país, al
menos en algunos estados, es habitual que el cuerpo sea cogido inmediatamente
después de que la muerte ha sido certificada, para ser llevado a un depósito de
cadáveres donde es embalsamado, lo que implica, entre otras cosas, la
eliminación de toda la sangre, lo que parece que no sea de mucha ayuda para la
gente en el bardo. ¿Cómo deberíamos de abordar esto?
RINPOCHE: Bien, hay un caso
específico que puede ocurrir, que es una excepción a esto, y que es la donación
de órganos. Los donantes de órganos son personas, que debido a su gran compasión,
están deseando dar partes de su cuerpo, tales como los ojos o sus riñones, o
cualquier otra cosa inmediatamente tras su muerte. Esta gente, probablemente porque tienen esta
intención mientras están vivos, quizás no estén particularmente apegados a sus
cuerpos una vez que ya han muerto. Pero, con la excepción de la gente que ha
generado esta intención durante su vida, la mayor parte de la gente tiende a
estar apegada a sus cuerpos, y la consciencia del ser en el bardo aún ve a su
cuerpo muerto como su cuerpo, y se identifica con él. Así que es mejor si el
cuerpo puede ser tratado con la mayor consideración posible.
PREGUNTA: Hay hoy en día, más y más información sobre experiencias
cercanas a la muerte, y experiencias de gente que supuestamente han muerto y
han retornado, o han sido devueltas a la vida. ¿Hay algún significado en esto, aparte
del obvio cambio en sus vidas, para ellos y para los demás? Y si es así ¿Cuál
es su significado?
RINPOCHE: En los textos sobre
bardo, se habla del hecho de que aunque se hayan completado los cuatro
episodios de la disolución física de los elementos, es posible, dependiendo de
ciertas circunstancias, en la cercanía de la muerte que la persona pueda ser
traída de vuelta a la vida; por contra, se dice que si el proceso de disolución
interna de los componentes sutiles se ha producido, entonces es imposible para la
persona el volver a la vida. Así que cuando la gente ha tenido experiencias
cercanas a la muerte, parece que lo que esté ocurriendo, desde el contexto de
este punto de vista, es que han estado inmersos en la disolución de los componentes
físicos y han sido vueltos a la vida. En cuanto al significado de esto, su
experiencia puede servir como fuente inspiración para otros, pero, visto de
forma realista es difícil que los relatos o experiencias de la gente que ha
tenido una experiencia cercana a la muerte tengan mucho efecto en otra gente.
PREGUNTA: ¿Podría Rinpoche, por
favor, decirnos porque Yamantaka es llamado el
asesino del Señor de la Muerte, y porqué ayuda esta práctica, y si es que
ayuda en relación con el morir?
RINPOCHE: Yamantaka es una deidad
colérica, y es normal para las deidades coléricas que les sean dados nombres
que hagan que suenen realmente duros o ásperos, y así Yamantaka significa en
sánscrito “asesino del señor de la muerte “. Pero no, eso no quiere decir que
este yidam en particular esté más relacionado con la preparación para la muerte
en la experiencia del bardo, que cualquier otro.
Podemos dejarlo aquí.
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