Thukwan Chökyi Nyima: Consejo de Corazón sobre los Códigos de Conducta
Mundanos.
¡Homenaje al Gurú y a
las Tres Joyas!
Mientras que no es razonable para el joven, el enseñar a
aquellos con más experiencia; sí que es muy apropiado para la generación de los
más mayores, el educar a la generación más joven. Este artículo, el cual expone
un Consejo de Corazón sobre los Códigos de Conducta Mundanos, fue escrito para
que sirva de beneficio a la juventud.
Es indudablemente bueno el ser virtuoso, pero si en este
mundo degenerado uno es demasiado virtuoso, los demás llegarán a tener a uno
por loco, como si fuera el mono de un mendigo. Por tanto, es mi consejo de
corazón el que seáis cuidadosos con la manifestación
de vuestra virtud.
No es malo el ser expresivo, elocuente, y persuasivo; pero si
uno habla incesantemente en todo momento y lugar, entonces todo lo relativo a
uno estará mostrado al desnudo frente a los otros. Por tanto, es mi consejo de
corazón que seáis cuidadosos en cuanto a lo que habláis.
Es obviamente bueno el ser sabio, hablando poco, ocultado las
propias habilidades, y marcando su propio tiempo; pero si uno se mantiene
demasiado calmado, nadie es capaz de encontrar la sabiduría de uno. Es lo mismo
que una fuente escondida, la cual mana en un lugar secreto, y no apaga la
camisa de nadie. Por tanto, es mi consejo de corazón el que mantengáis el
equilibrio entre expresión y reserva.
Aunque la gente mundana diga que es bueno odiar al malo, como
por ejemplo los enemigos, si tú estás siempre fieramente enojado sin una buena
razón, tú te convertirás en el enemigo de todos, lo mismo que un perro guardián.
Por tanto, es mi consejo de corazón el que evitéis el perder vuestra paciencia con
facilidad.
Es indudablemente bueno el tener un habla dulce y buen
corazón. Sin embargo, en esta época en la que la buena gente no es
completamente apreciada, en el que la gente engañada domina el mundo, la
excesiva amabilidad y debilidad puede volverse en una causa de desprecio e
insulto. Por tanto, es mi consejo de corazón el mantener el equilibrio adecuado
entre la amabilidad y la firmeza.
Es indudablemente bueno no tener deseo de riqueza, pero en
esta época en la que los mendicantes sin un céntimo son evitados por todos, y
en la que los perros y los plutócratas son tratados como huéspedes
distinguidos, es mi consejo de corazón el que guardéis algo de dinero de la forma
más apropiada.
Las conductas deshonestas en los negocios, tales como el
utilizar medidas falsas en provecho propio, y de este modo timar a los
consumidores, puede perturbar la paz de todo un país. Por lo tanto, es mi
consejo de corazón el acumular la riqueza por medio de los cauces apropiados, y
abandonar todas las prácticas erróneas que uno realiza en los negocios cuando está llevado por un deseo excesivo de
beneficios.
Es completamente correcto ser hábil a la hora de poner a
salvo el dinero, pero si uno es demasiado avaro y no desea gastar ni un solo
céntimo, los amigos y los parientes lo abandonarán, y la gente se apartará de
este tipo de persona; y uno llegará a estar solo y sin ayuda, como un fantasma
guardando un tesoro. Por tanto, es mi consejo de corazón el guardar un
equilibrio entre el guardar el dinero y la generosidad.
Es indudablemente bueno el ser sociable y tener muchos
amigos, pero los malos amigos pueden llevaros por el mal camino, y finalmente
destruiros a vosotros y a los demás, con el resultado de poneros a todos en una
situación muy peligrosa, como la de alguien que está cayendo a un río. Por
tanto, es mi consejo de corazón que seáis cuidadosos cuando estéis haciendo
amigos.
Muy poca gente puede estar completamente tranquila, y no verse
afectada emocionalmente por las situaciones, sean las que sean; si uno es
demasiado inestable, será afectado por el comportamiento de los otros, e
incluso perderá amigos y compañeros. Por lo tanto, es mi consejo de corazón el
mantener una mente relativamente estable.
El engañar y conspirar inmisericordemente contra los amigos o
familiares que confían y han tomado refugio en uno, es ser como un perro
salvaje que no tiene idea de lo correcto e incorrecto, y es ser una persona sin
vergüenza. Por tanto, es mi consejo de corazón el tener vergüenza, y ser una
persona digna de confianza.
Aquellos que elogian y alaban a la gente, pero que los
critican a sus espaldas, al tener dos caras, son tan malvados como las
serpientes venosas que tienen la lengua partida, la cual se muestra cuando
abren sus bocas. Por tanto, es mi consejo de corazón no hablar demasiado, ni
frente a la gente, ni a sus espaldas.
Es muy raro para la gente el decir “sí” a cuanto se le
requiera, y entonces guardar sus promesas. Cuanto más dispuesto está uno a
prometer rápidamente algo, más fácil es olvidar o renegar de lo prometido. Por
tanto, es mi consejo de corazón el que no confiéis fácilmente en aquellos que
siempre están dispuestos a hacer promesas.
El tener mucha proliferación de pensamientos lleva a la
trivialidad; una vez que uno está involucrado en muchas trivialidades, lo más
verosímil es que no empieces bien, y que no termines bien. Si no puedes empezar
bien y terminar bien, esto te hará daño a ti, y provocará las mofas de los
demás. Por tanto, es mi consejo de corazón que no penséis, ni os involucréis
mucho en trivialidades.
Cuando seáis respetados por la gente, deberíais de tener
atención mental; cuando os veáis desplazados por otros, deberíais hacer grandes
esfuerzos para ser fuertes. Por tanto, es mi consejo de corazón que os
mantengáis independientes.
Las anteriores palabras son instrucciones mundanas. Las
instrucciones budistas son expuestas en otra parte. No importa si la gente lee
esto o no, yo he escrito lo anterior motivado por una mente altruista.
¡Que esto pueda ser auspicioso!
Traducido del tibetano
al chino por Khenpo Sodargye. La traducción del chino al inglés corrió a cargo
del Centro de Traducción Sabiduría y Compasión.
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción
upasaka Losang Gyatso.